martes, 20 de octubre de 2009

La Catequística, el cine más friki de los 70.

La Catequística, amigos. Era un cine especial. De público más infantil, las proyecciones se alejaban de los peñazos de Disney y similares moralinas. El rollo iba de aventuras. Predominaban, ahora lo sé, las producciones de Cinecittá, el cine de bajo presupuesto pero con una ilusión creativa fuera de serie. La serie B, se queda corta. Aventuras, como decía, a raudales, gladiadores (hubiera flipado Boris Izaguirre, y no te digo ná Terenci Moix), piratas, momias, pistoleros, Santo el luchador enmascarado, King Kong en la Cárcel, Los Jaguares, la Legión Extranjera, y Drácula, al que no me hubiera extrañado verlo comer mollejas de párvulo en el lavabo, pues así de vigilante entraba yo a mingitar. Lavabo que, por cierto, te debía dejar la piel libre de todo mal con la cantidad de uréa que dominaba el aire elemento.
Había expendeduría de chucherías, cocacolas, gaseosas, chicles y pegas rojas y negras (mis preferidas). Era una fiesta, claro, para nosotros. En alguna ocasión se hicieron sorteos de juguetes entre los espectadores. Buena fe, pardiez. Recuerdo haber ganado una pelota de playa.
Qué películas... hoy se pegan los más frikis, se reeditan en Dvd, se hacen bios de los directores. Pobre gente, cómo acabarían, y cómo sacarían el dinero para rodar semejantes locuras?

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