miércoles, 21 de octubre de 2009

Actualidad

Hola, majetes! Veo en el periódico que la nueva ley del cine en Cataluña, sancionará (cómo no) a las salas si no cumplen determinados requisitos. Creo que no es el caso, lo de sancionar. Y estoy TOTALMENTE de acuerdo con hacer un fifty-fifty en cuestión de lenguas oficiales en las proyecciones, como también ordena la dicha ley. Me parece oportuno que cada cual pueda elegir el idioma oficial de su ocio, de su peli, en cada momento.
Lo de las sanciones me da que pensar: ¿En qué equipo juegan estos políticos? Me parece que, para no variar, en el contrario.
Es una industria que se ha aguantado a base de muuuuucha fe, de mucha ilusión, de mucho trabajo y talento. Y en España, y en Cataluña en particular, con los políticos siempre de culo. Poniendo palos en las ruedas. Si las salas se ven presionadas y pierden clientes, algo mal estarán haciendo nuestros políticos, digo yo. Me parece que los políticos se equivocan: están para ayudar al cine, no para ayudarse del cine en sus fines.
Hoy en día, y quien diga lo contrario miente, hacer cine es barato. Pueden promover la creación de puestos de trabajo, obras interesantes en cualquier lengua, la que elija el autor, pues si se hace en Cataluña por gente catalana siempre será catalana. Pueden ayudar a hacer buen cine, en lugar de ser siempre los malos de la película. Total, pagamos nosotros.
Y no sigo por estos derroteros, que como Jacques Cousteau decía: la política lo ensucia todo (y mira que el mar es grande).

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