martes, 27 de octubre de 2009

Buñuel 1

En una neoyorkina película de Woody Allen, aparece con una chica a quien ha invitado al cine. Hablan del director de la película que van a ver y aparece éste en la entrada misma del cine a unirse a la conversación. Qué director es, a ver... Premio para quien lo acierte (deberá enviar la contestación en un sobre cerrado con 2.050 sellos de Franco, a la dirección abajo indicada). Yo no lo sé.
Pero sí sé que en un principio Woody invitó a Buñuel a este cameo en un de sus mejores obras. Buñuel, en Méjico, donde le confinó su amistad con algunos comunistas europeos, pensó que NY estaba un tanto retirado de Cancún y sus mariachis. Prefirió, amablemente, no aceptar. Yo-pa-mi que se quedó con las ganas, una vez cerciorado mundialmente el talento del pequeño Allen.
Creo que a Don Luís le gustaba Hollywood, pero más que los estudios altamente burrocratizados, le agradaba el paisaje, las viñas. el clima, la arcilla y la arenisca tan propias también de Teruel. Al parecer se paseaba en un coche por los campos, acompañado de un rifle, mientras algún trajeado operario le esperaba en el estudio.
Tildaban a Buñuel de hombre violento. Le gustaban las armas y el escándalo propio del surrealismo, por lo que esa mezcla reflejada en sus obras fílmicas, daba, cómo no, un resultado claro: este tío es un broncas.
Supongo que no, que la violencia nos pasa más desapercibida en las pelis Made in USA, donde tiran una bomba atómica o un meteorito trincha un continente y nos quedamos tan panchos. Ahora, eso sí, si una niña tira una corona de espinas al fuego, se excomulga al director y aquí Paz y después Gloria. Unas amigas.

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