Mil gritos tiene la noche. Y cuatro pelis de miedo más. Se necesitaba un arsenal de chucherías, una pandilla de amigos o una novia con las hormonas a flor de piel, para la ocasión.
De vez en cuando, en el mejor cine de la población, se despachaba un gran programa: 5, cinco películas de terror. O, a decir verdad, sucedáneos la mayoría de los filmes. Si teníamos una gran producción, vamos a ver... tipo "Alien, el octavo pasajero", las demás eran o bien mediocres o ni si quiera de terror, más bien de suspense alguna de ellas y de poco presupuesto las restantes.
La algarabía era constante, lo que suponía la inútil queja de algún adulto incauto.
-Haberse ido a los Verdi! (que para el que no lo sepa son los cines más "de arte y ensayo" de Barcelona).
Lo bonito era el programa gráfico con los carteles de las cinco películas a un solo color, que suele ser en estos casos el azul. Hay quien los colecciona, como todo.
Pues eso, Mil gritos tiene la noche, que ahora me entero que es una película española. Tuvo su aquel. Triunfó a su manera. Lo que recuerdo de ella es alguna tía buena. A mis 12 años... ¿Qué queréis?
domingo, 1 de noviembre de 2009
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